Si bien nuestro principal objetivo siempre es ofrecer nuevas ideas, conceptos y formas en el ámbito de la joyería, muchas veces, a petición de un cliente, nos vemos sometidos al reto de diseñar una pieza clásica. Pero piezas clásicas hay muchas en el mercado por lo que siempre tendremos que incorporar pequeños matices de contemporaneidad que la hagan diferente sin perder su espíritu.

El objetivo y premisas de este encargo fueron mantener el protagonismo de la aguamarina original y conservar la estructura del anillo. La forma ha sido modelada para que los volúmenes que la generan aporten un aspecto más moderno al conjunto global. Se han sustituido las garras originales que sujetaban la piedra por una estructura más arquitectónica que realza la talla de la misma. El acabado en brillo nos hace mantener ese punto clásico y elegante así como los diamantes engastados en el arranque del aro.

En definitiva, las piezas clásicas no tienen que estar reñidas con la contemporaneidad. Siempre es  un desafío interesante poder construir piezas en el presente apoyandose en conceptos y formas del pasado. El resultado no deja de ser, cuanto menos, interesante.

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