La belleza de las pequeñas cosas
El tamaño sí que importa, sobre todo en esta sociedad consumista y aparente que vivimos donde el culto a la galería determina nuestros gustos y tendencias. Sin embargo, como toda regla tiene su excepción, en ocasiones se puede apreciar la belleza en pequeños gestos o en objetos que sin una incisiva mirada pasarían desapercibidos en la mayoría de los casos.
En nuestro camino hemos de decir que, afortunadamente, hemos podido crear piezas pequeñas pero muy especiales en unas cuantas ocasiones.
En la pieza que hoy nos ocupa esta sentencia se ha cumplido de forma rotunda. Se trata de unos pendientes bastante pequeños pertenecientes a la serie "Serra" en los que el cuerpo tronco cónico de metal sirve de volumétrico marco a dos gemas casi suspendidas en el aire. Se hace uso de una leve estructura metálica para que el diamante y sobre todo la aguamarina sean los protagonistas indiscutibles.
Una mezcla de armonía de composición y belleza natural en muy poco espacio.
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